domingo, 30 de enero de 2011

APÉNDICE



En respuesta...
En respuesta a los lectores que preguntaban por distintos aspectos de mi trabajo y mi vida, hemos ampliado ligeramente algunas secciones de este libro, añadiendo varias anécdotas y aclaraciones y varias notas adicionales, ampliando la conclusión y publicando por primera vez un poema en prosa que formaba parte del manuscrito original. Todo se ha hecho con sumo cuidado y sin alterar la cadencia de la obra.

Tres años después...
Muchos lectores han escrito para manifestar su satisfacción, comunicar noticias de los grupos de lectura que han estudiado Las mujeres que corren con los lobos, dirigir palabras de aliento y preguntar acerca de futuras obras. Han leído cuidadosamente este libro, a menudo más de una vez (1).
Por regla general, me he llevado una sorpresa al descubrir que muchos lectores han captado con toda claridad las raíces espirituales de mi obra a pesar de encontrarse éstas discretamente apuntadas en el subtexto del libro. Agradezco con toda mi alma la aprobación de los lectores, sus amables palabras, sus sensatas percepciones, su gran generosidad, los bonitos regalos entregados en mano y sus numerosos gestos de aliento y protección, tales como incluir mi obra, mi bienestar y el de mi familia y mis seres queridos y a mí misma en sus oraciones cotidianas. Conservo todos estos gestos como un tesoro en mi corazón.

Hace mucho tiempo, pero no muy lejos de aquí..
Trataré de dar respuesta aquí a algunas de las preguntas que los lectores nos han hecho llegar.
Muchos han preguntado cómo se empezó a escribir Las mujeres que corren con los lobos. "Se empezó a escribir mucho antes de que se empezara a escribir." (2) Empezó naciendo en las insólitas y quijotescas estructuras que El destino me tenía preparadas. Empezó con varias décadas durante las que me sentí empapada de impresionante belleza y vi mucha pérdida de esperanza en las tormentas culturales, sociales y de otro tipo. Empezó como consecuencia de amores y vidas muy duras y amadas. "Se empezó a escribir mucho antes de que se empezara a escribir..." Eso lo puedo afirmar con toda seguridad.
La efectiva redacción a mano empezó en 1971 después de una peregrinación desde el desierto hasta mi casa, donde pedí y recibí la bendición de mis mayores para escribir una obra enraizada en el lenguaje del canto de nuestras raíces espirituales. Todos ellos me hicieron peticiones y promesas de muchas clases que han cumplido al pie de la letra hasta hoy. La más importante de ellas fue "No nos olvides y no olvides aquello por lo que hemos sufrido" (3).
Las mujeres que corren con los lobos es la primera parte de una serie en cinco tomos en la que se incluirán cien cuentos sobre la vida interior. La redacción de las dos mil doscientas páginas de la obra me llevó algo más de veinte años. El propósito del libro es esencialmente el de "despatologizar" la naturaleza instintiva integral y demostrar sus nexos espirituales y esencialmente psíquicos con el mundo natural. La premisa en la que se basa toda mi obra es la de que todos los seres humanos nacen con unas cualidades innatas.

La expresión...
La obra se escribió deliberadamente con una mezcla de la voz erudita de mi preparación como psicoanalista y la voz de las tradiciones del curanderismo y el duro trabajo que son un reflejo de mis orígenes étnicos: todos mis antepasados fueron inmigrantes, de clase obrera baja y católicos. La herencia de mi educación es el ritmo del trabajo y éste es el que me califica en primer lugar y por encima de todo como una poeta.
En su calidad de documento no sólo psicológico sino también espiritual, varias librerías han colocado Las mujeres que corren con los lobos en distintas secciones simultáneamente: psicología, poesía, feminismo y religión. Algunos han dicho que no se puede encasillar en ninguna categoría o que ha inaugurado una nueva categoría. Ignoro si es así, pero, en esencia, yo esperaba que fuera no sólo una obra artística sino también una obra psicológica acerca del espíritu.

Nota del lector...
Las mujeres que corren con los lobos pretende ser una ayuda en la tarea conciente de la individuación. Conviene abordar el libro como una obra contemplativa escrita en veintitantas partes. Cada parte es independiente.
El noventa y nueve por ciento de las cartas recibidas comentan que el lector no sólo leyó la obra sino que se la leyó a un ser querido o la leyó juntamente con éste: la madre a la hija, la nieta a la abuela, el amante a la amante y en los grupos de lectura que se reunían con carácter semanal o mensual. Puesto que no se puede leer en una semana o un mes, la obra se presta al estudio. E invita a la lectora a comparar su vida personal con lo que aquí se propone, a aprobarla o censurarla, acercarla, profundizarla, regresar a ella y verla a través de un proceso de maduración en curso.
Léela despacio. La obra se escribió muy despacio durante un prolongado período de tiempo. Escribía, me apartaba, reflexionaba (4), regresaba y escribía un poco más, volvía a apartarme, reflexionaba un poco más, regresaba y escribía un poco más. La mayoría de la gente lee la obra de la misma manera que fue escrita. Un poco a la vez, apartándose, reflexionando acerca de ella y regresando (5).
Recuerda...
La psicología, en su sentido más antiguo, significa el estudio del alma. Aunque en el último siglo ha habido muy importantes y valiosas aportaciones y habrá todavía más, el mapa de la naturaleza humana en toda su estimable variedad dista mucho de estar completo. La psicología no tiene ciento y tantos años de antigüedad, sino que se remonta a los albores del pasado. Los nombres de los muchos y esforzados hombres y mujeres que contribuyeron a ampliar la ciencia psicológica están debidamente reconocidos. Pero la psicología no empezó ahí. Empezó con cualquier persona y con todas las personas que oyeron una voz más digna de tenerse en cuenta que la suya y se sintieron obligadas a buscar su origen.
Algunos dicen que mi obra constituye "un nuevo campo emergente".
Debo decir con todo respeto que la esencia de mi obra procede de una tradición muy antigua. Esta clase de obra no encaja fácilmente en la categoría de nada que pueda calificarse de "emergente". Miles de personas de muchas generaciones de todo el mundo, sobre todo personas ancianas a menudo sin instrucción pero sabias por muchos conceptos, han vigilado y protegido sus exactos y complicados parámetros. Siempre ha estado muy viva y floreciente porque ellas estaban vivas y florecientes y la comparaban con unas formas y unos medios determinados (6).

Una advertencia...
La cuestión de la maduración individual es una tarea a la medida. No se puede trazar ningún rumbo, no se puede decir, "haz esto y después lo otro". El proceso de cada individuo es único y no se puede codificar con un simple "sigue estos diez sencillos pasos y todo irá bien". Esta clase de tarea no es fácil y no está al alcance de todo el mundo. Si buscas una curandera, un analista, un terapeuta o un asesor, cerciórate de que proceden de una disciplina con sólidos predecesores y de que saben hacer realmente lo que ellos creen saber hacer. Pide el consejo de tus amigos, parientes y compañeros de trabajo de confianza. Cerciórate de que el profesor que elijas esté debidamente preparado tanto en los métodos como en la ética (7).

La vida ahora...
Suelo escribir y trabajar bajo tierra, pero "hay algunas visiones de vez en cuando". Sigo viviendo tal como siempre he vivido desde hace muchos años, ardientemente introvertida pero tratando con todas mis fuerzas de estar en el mundo. Sigo trabajando como analista, poeta y escritora y cuidando de mi numerosa familia. Sigo hablando sobre cuestiones sociales, persevero en las grabaciones audiovisuales, pinto, compongo, traduzco, enseño y contribuyo a preparar a jóvenes psicoanalistas. Enseño literatura, escritura, psicología, mito-poesía, vida contemplativa y otras asignaturas como especialista invitada en distintas universidades (8).
A veces la gente me pregunta cuál ha sido el acontecimiento más memorable de los últimos años. Ha habido muchos, desde luego, pero el que más me emocionó fue la alegría de los mayores cuando se publicó esta obra por primera vez, el primer libro de uno de los suyos que jamás se hubiera impreso. Una imagen en particular: cuando mi padre de ochenta y cuatro años vio por primera vez este libro, exclamó en su inglés chapurreado: "¡Un libro, un libro, un libro de verdad! " Y allí mismo en mi jardín se puso a bailar una antigua danza Csíbraki del viejo país.

La obra...
Como cantadora (guardiana de antiguos cuentos) y mujer perteneciente a dos culturas étnicas, me sería muy difícil no reconocer que los seres humanos son muy distintos desde el punto de vista cultural, psicológico y de otro tipo. Siendo así, me parecería un error pensar que alguna manera determinada es la mejor. Esta obra en particular se ofrece como aportación a lo que se sabe y lo que se necesita en una auténtica psicología femenina que incluya a todos los tipos de mujeres que existen y todos los tipos de vida que llevan.
Mis observaciones y experiencias a lo largo de mis veintitantos años de práctica tanto con hombres como con mujeres me han llevado al convencimiento de que cualquiera que sea el estado, la fase o la estación de la vida, la persona tiene que poseer fuerza psicológica y espiritual para seguir adelante, tanto en los pequeños detalles como contra los vendavales que de vez en cuando se desatan en la vida de cada uno.
La fuerza no se alcanza después de haber subido la escalera o trepado a la montaña y tampoco después de haberlo "conseguido", sea ello lo que fuere. El fortalecimiento de la persona es esencial para el esfuerzo, sobre todo, antes y durante y también después. Estoy segura de que la atención y la fidelidad a la naturaleza del alma constituye la quintaesencia de la fuerza.
En cualquier momento hay muchas cosas que pueden sembrar el desconcierto en el alma y el espíritu, tratando de destruir las intenciones o ejerciendo presión para que se olviden las preguntas más importantes; preguntas tales como, no sólo cuál es la pragmática de una situación sino también: "¿Dónde está el alma de esta cuestión?" La persona sigue adelante en la vida, gana terreno, enmienda las injusticias y planta cara a los vientos gracias a la fuerza espiritual.
El fortalecimiento tanto con la palabra como con la oración, con distintas clases de contemplación o con cualquier otro medio, procede de un numen, una grandeza presente en el centro de la psique pero más grande que toda la psique. Este numen es totalmente accesible y tiene que ser cuidado y alimentado. Su existencia, cualquiera que sea el nombre que reciba, es un hecho psíquico incontrovertible.
Difícil e intensamente fructífero, eso es lo que percibe en esencia la persona que se encuentra en un proceso de auténtica maduración. Y se nota tanto por dentro como por fuera en la persona que se esfuerza por alcanzarlo. Sabemos muy bien que existe una notable diferencia entre una vida meditadamente profunda y una vida basada en creencias fantasmagóricas. En este viaje hacia el "verdadero hogar", aunque de vez en cuando retrocedamos para recapitular o medir las cosas desde el lugar de donde vinimos, no retrocedemos para retroceder.

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